Basta ver una puerta abierta para sentir que es una invitación a descubrir un universo que discurre paralelo al tuyo y que por un segundo has tenido tan próximo y cercano.
Hay miles de detalles que ayudan a sentir querencia cuando no estás allí, por ejemplo, los tejados, las ventanas, las sillas de los parques.
El cielo protector de París que es una acuarela o un espejo de diamantes marca dulcemente el ritmo y la actividad del día. los aromas y los colores te asaltan en las esquinas con flores y pastelerías impensadas.
Y hasta los clichés te asombran
y de esa emoción os presento este colgante:
"Paris, oh là là" Colgante bola de bronce esmaltada, jade, abalorios cerámicos beige y abalorios de bronce, fornitura en bronce (15 euros) |
Y como todo paisaje tiene su música os dejo la más cercana al secreto de París:
http://www.youtube.com/watch?v=wOE4q7zsekw
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